lunes, 26 de julio de 2010

Otra desilucion

Cuando todo parece marchar otra vez bien, se derrumban las cosas al darte cuenta de que las mentiras siempre estuvieron ahí pero otra vez confiaste ciegamente y el daño ya está hecho, la vida me había enseñado esto, pero el error de volver a confiar se repitió con el mismo resultado. Tratar de no confiar es una lucha antinatural, desde que uno nace confía plenamente en las palabras de su mamá y papá, pero con el pasar los años te das cuentas que muchas veces se contraponen los intereses de ellos por sobre el bien estar de uno como hijo, estos mismo intereses son más evidente sobre todo si eres hijo de padres separados. El mismo hecho de desear que uno sea más exitoso que ellos es la propia meta de superación frustrada de ellos que quieren vivir a través de los éxitos personales de uno. Hoy escribo en la posición de hijo, de amigo, de ex pololo y de pololo, espero algún día ser padre y no seguir escribiendo, si consigo esto, es porque he sabido llevar bien mi rol de padre, aunque como siempre a uno le recalcan: “nadie te enseña a ser padre”, así como nadie te enseña a serlo, nadie te enseña a ser amigo, pololo, etc. pero si siempre primaran las buenas intenciones y las personas se tomaran la molestia de meditar un poquito, no se requeriría de un manual para llevarlo a cabo de buena forma.